domingo, 13 de junio de 2010

ENTREVISTA: Pedro Santander


Libertad de Expresión en Chile: ¿Existe o sólo es una ilusión?

Frente a este tema, quisimos entrevistar a Pedro Santander, periodista de la Universidad de Chile y Doctor en Lingüística de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien además ejerce actualmente como docente en la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.



¿Existe la libertad de expresión en Chile?

Pese a que el tema de libertad de expresión no es exactamente mi tema, en primer lugar es importante distinguir entre libertad de expresión y libertad de información.

Entiendo por libertad de expresión la posibilidad que tienen los seres humanos de expresarse con relativa libertad sobre los puntos de vista que les preocupen y les parezcan, yo pienso que eso sí existe en Chile.

Mientras que la libertad de información, distinguida de la libertad de expresión, tiene a mi modo de ver en cómo los medios de comunicación y las grandes instancias productoras de discurso hacen circular información en la sociedad. Ahora respecto a esta, yo creo que Chile es uno de los países con menos libertad de información de América Latina. Debido al tema de la concentración de la propiedad.

¿A qué se refiere con concentración de la propiedad?

Los medios de comunicación tanto escritos, radiales o audiovisuales están concentrados en general en manos de gente de derecha. Ahora bien, todos los medios, sean de derecha o izquierda comunican acerca de lo que les conviene y en eso no hay nada de malo; por ejemplo, El Mercurio es un diario de derecha, el Clarín a su vez es un diario de izquierda, ahora lo que me parece que genera problema; y que es súper criticable, es cuando esa diversidad de puntos de vistas que existen en la sociedad empiezan a ser controlada por patrones económicos o políticos, y eso sí pasa en Chile. Hay una clausura discursiva, respecto a los puntos de vista que se ponen en circulación masivamente respecto a los puntos de vista que se discuten, respecto al punto de vista que se legitiman o no, y esa clausura discursiva afecta la libertad de expresión en chile. Y tiene estrecha relación con la concentración de propiedad y cómo también la concertación, en sus 20 años de gobierno, pensó la comunicación.

Ahora bien, nos gustaría que se hiciera una aclaración respecto a que es un problema de Derecha, me explico, ¿le atribuye culpa a patrones netamente políticos o económicos, o ambos?

Creo que la concentración de los medios de comunicación es un reflejo de la concentración de la propiedad que en general, en esta etapa del capitalismo se ha dado, que algunos llaman el capitalismo post-industrial o simplemente neoliberalismo. Es una etapa donde, si hay algo que nos caracteriza es que, tienden a los monopolios. No existe realmente esa famosa libertad de competencia ya que existen colusiones, concentraciones, oligopolios. Y esto que ha ocurrido netamente en lo económico o puramente económico se ha reflejado y expandido al ámbito de los medios en los últimos 20, 30 años, pues no está dirigidos por sindicatos ni por agrupaciones civiles sino que están en manos de grandes capitalistas. Es un reflejo de lo que pasa en otras partes de nuestra vida, es que todo tiende a la concentración, a la monopolización de las estructuras políticas.

Ahora eso ¿a quién beneficia?, desde mi punto de vista beneficia fundamentalmente a aquellos que creen, sostienen el sistema capitalista. Y eso pasa en Chile, junto con Colombia, países; desde mi punto de vista, donde existe la peor libertad de información en América Latina

¿Cómo se podría dar una relación “idílica” entre libertad de expresión y libertad de información?

La verdad es que esta relación no es idílica, aunque si es bien paradojal. Durante la dictadura existía mayor libertad de información que ahora, aunque no de expresión. Existía; por ejemplo, la revista Cauce, el diario La Época, la radio Chilena, la Cooperativa que eran medios de oposición y muy leídos, con gran circulación, con muy buenos periodistas. Esta relación paradojal se da, ya que existió en los últimos años de dictadura la libertad de información, no así en democracia.

Ahora si habláramos de relación “idílica”, que mencionaste anteriormente, entre libertad de expresión e información yo pienso que se dio fundamentalmente en los últimos años 60´ y luego en el gobierno de Allende, ya que encontrábamos diarios de extrema derecha hasta extrema izquierda en circulación, como El Mercurio, La Tercera, la Última Hora, El Siglo, Tribuna de la Democracia Cristiana, el Clarín, la Radio Agricultura o la Radio Minería. Ahí los medios de comunicación reflejaron la diversidad política y social chilena.

¿Por qué cree usted que se dio esta relación paradojal en la cual en el periodo de dictadura se dio la libertad de expresión y en democracia no? ¿A qué o a quién le adjudica la responsabilidad?

Tiene que ver con relaciones políticas, económicas e históricas. Cuando se da el golpe de estado se cierran inmediatamente todos los medios de comunicación y se crearon bandos, puesto que se consideraba que estábamos en estado de emergencia. Así el bando numero 5, en octubre del 73’ autoriza que vuelva a circular el mercurio y la tercera. Y nosotros hasta hoy vivimos el bando número 5.

El bando número 5 es una relación histórica, se liquida a toda la prensa; sin embargo, se permite que vuelva a circulación El Mercurio y La Tercera dejando a estos dos diarios sin competencia y con un mercado exclusivamente para ellos, ya que hasta la persona más izquierdista leía estos diarios, por una razón de obtener información.

Razones políticas, acá declaro a la concertación culpable, pues en 20 años de gobierno dejó caer todos los medios de comunicación que tenían un pensamiento de centro-izquierda o izquierda.

¿Por qué cree usted que en 20 años de gobierno la concertación no fue capaz de cambiar el bando número 5?

Por razones políticas, pues una prensa de izquierda o centro izquierda hacía periodismo independiente, periodismo de investigación, hacía periodismo crítico y muy bueno. Como el trabajo de Apsi y la revista Cauce denunciaron ciertas anomalías en el gobierno de Pinochet, denuncias que fueron frenando estás prácticas. Supongo que el gobierno de la concertación simplemente no quiso una piedra en el zapato, pese a que fueran gente de ellos, por lo que se aliaron con la prensa de El Mercurio y COPESA.

¿Se podría decir que el hecho que no haya libertad de expresión es una forma de “apaciguar las aguas” entre la gente?

Es una manera de presentar una única forma de ver a la gente, así la gente no critica, no se hace una idea frente a ciertos temas. Muchas veces los medios molestan a los gobiernos y a la gente no le interesa; por ejemplo, yo creo que lamentablemente al pueblo chileno le importa mucho menos que a un sector de la prensa si Piñera vende o no vende Chilevisión, y esto es terrible, pues atenta contra la ética y la moral.

Estamos hablando de cierto modo que el hecho que se haya cortado la libertad de expresión, en comparación a lo que ocurrió en gobiernos de Allende y Frei Montalva y la falta de libertad de información, en parte es culpa de los ciudadanos. Si comparamos el interés político e informativo que tenía la ciudadanía anteriormente es totalmente distinta al actual, nos hemos convertidos en personas pasivas.

Sí, estoy totalmente de acuerdo, a mí lo que me parece es que lo que ha ocurrido en Chile es un fenómeno creciente y lamentable de despolitización, y esto es un problema, pues cuando la gente está politizada, son personas que entienden cómo te afectan o no las decisiones que tomarán las autoridades. Por eso creo que existe falta de libertad de información, simplemente porque la gente no exige más.

1 comentarios:

Inmorales dijo...

excelente entrevista!!..
en Chile la libertad de informaciòn está comprada por las dos grandes cùpulas de poder, por lo mismo el gobierno debería concesionar a los medios locales y comunitarios, para ver la realidad desde otros puntos de vista y conocer mas descentralizada mente la informaciòn, de regiones!! no sòlo de Santiago.

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